Teruel estrena este lunes una escultura de bronce al aire libre en la ciudad en homenaje a la Semana Santa. Se ha colocado en la Plaza del Seminario y representa a una mujer cofrade junto a un niño de cuyas manos sale una paloma.

Su autor, Daniel Elena, denominó “Promesa” a su propuesta: un grupo escultórico formado por dos figuras realizadas en bronce a tamaño natural, con unas medidas de 170x110x95 cm y un peso aproximado de 350 kg. Las figuras representan a una mujer y a un niño, en el momento del final de la procesión del Domingo de Resurrección, cuando un grupo de niños de las diferentes cofradías sueltan palomas como símbolo de esperanza y de resurrección.

“Para mí es un día muy feliz”, indicaba la alcaldesa, Emma Buj, tras descubrir la escultura junto al autor y miembros de la Junta de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa de la capital, recordando que se trata de un compromiso cumplido “con los cientos y cientos de cofrades de la ciudad de Teruel que se vuelcan en esta celebración que es importantísima para los turolenses y que está declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional”.

El autor manifestaba el orgullo que supone para él “haber podido contribuir a un patrimonio tan espectacular como es el de Teruel”, y más teniendo en cuenta que desciende de esta ciudad ya que su padre nació en la capital. 

Esperanza

En la escena representada, el niño, en primer plano, suelta una paloma, mientras que la mujer, detrás, se apoya en un bombo. Según explica Elena, el grupo alude a la esperanza de la resurrección y la vida eterna, concepto que da sentido a la pasión y muerte de Cristo. En la escena, la evocación se materializa tanto a través de la liberación de la paloma por parte del niño como en la propia idea de la maternidad como forma de transmisión de vida y esperanza. La composición, con la paloma y el niño en primer plano y el bombo ligeramente retrasado, pretende sugerir también el momento en el que la pasión y la penitencia quedan atrás dando paso a la esperanza.

Se ha elegido una de las procesiones más representativas de la Semana Santa turolense, la del Resucitado, en la que participan todas las cofradías y hermandades de la ciudad, de manera que con esta escultura todas ellas se pueden ver representadas, junto al resto de turolenses. Para reforzar esta idea, las figuras no llevan ningún elemento distintivo particular de la indumentaria de los cofrades, portando sólo la túnica de penitente.

Con este diseño se evoca también la permanencia y continuidad de las tradiciones, cultura y valores que transmiten los padres a los hijos, destacando el hecho de que sea una mujer quien aparece en la escultura, algo muy poco frecuente en los distintos monumentos que se han erigido hasta ahora en honor a la Semana Santa. 

Su ubicación en la Plaza del Seminario, por donde pasan las procesiones, permite también a los turistas obtener imágenes de la escultura con la Torre de San Martín al fondo. El importe de la actuación asciende a 47.129,50 euros IVA incluido.