La consolidación del Festival Internacional de Benicasim (FIB) y la lucha contra la despoblación del Boina Fest han cerrado el I Congreso Tierra de Festivales, organizado por la Diputación de Teruel (DPT), que se ha celebrado entre ayer y hoy, en la capital turolense. La jornada ha contado también con la conferencia del activista cultural y responsable de diferentes festivales, Luis Lles, y con la mesa redonda ‘Pequeños e Importantes’. El diputado de Cultura y Turismo Diego Piñeiro ha clausurado el Congreso destacando “la calidad de las ponencias y las mesas redondas que van a ayudar a los festivales de la provincia a seguir creciendo y mejorando”.

“Estamos muy orgullosos de la afluencia que ha habido en este primer Congreso. Esperamos que se mantenga en el tiempo y se consolide como un encuentro de referencia para organizadores de festivales y agentes culturales”, ha señalado Piñeiro. 

Además, aprovechando la coyuntura de este Congreso, en el que colabora Diario de Teruel, la institución provincial ha proyectado el spot publicitario que da a conocer el término ‘Cienciocio’, la nueva palabra creada por la marca de turismo de la DPT, Siente Teruel, para describir los contrastes de la provincia y promocionarla.  De esta forma, se une a rapilento, cosmopueblita, tranquitenso y frescalor.

El primer ponente de la jornada ha sido el director del FIB entre 1995 y 2009, José Luis Morán, que ha compartido con los asistentes cómo se gestó y desarrolló este festival de música independiente, referente a nivel nacional e internacional. Morán ha señalado que, en sus inicios, el FIB tenía como objetivo introducir en España este tipo de festivales que estaban teniendo un gran éxito en Reino Unido. Entre las claves de su éxito, el exdirector ha destacado el cuidado de los artistas desde su llegada hasta su partida, la introducción de actividades culturales complementarias, la mejora del espacio para el público y las infraestructuras; así como las acciones de promoción y comunicación. 

Por su parte, el responsable del Boina Fest, Rodrigo Gismera, ha expuesto cómo la organización de festivales en zonas escasamente pobladas puede constituirse como una herramienta para luchar contra la despoblación. Gismera ha indicado que para ello, en el caso del Boina Fest, ha sido clave combinar la presencia de artistas de territorios despoblados con otros de zonas más pobladas que, por lo general, no tienen la oportunidad de actuar en Soria. 

En la mesa redonda posterior a la conferencia, junto con Gismera han intervenido representantes de festivales de menor tamaño pero que reivindican su importancia en el territorio. Es el caso del Festival contra la Despoblación de Allepuz, el Festival Enluquecidos de Luco del Jiloca y  la Muestra de Cine de Ascaso. Entre las distintas cuestiones sobre las que han conversado, han destacado la propuesta de profesionalizar el trabajo de gestión de los festivales para mantener la calidad que requieren como producto cultural y la importancia del apoyo institucional para llevar a cabo estos festivales. 

La última ponencia ha sido impartido por el oscense Luis Lles, activista cultural y responsable de distintos festivales nacionales. En su intervención, Lles ha explicado los eventos que se celebran en Huesca y ha reflexionado sobre el trabajo que desempeñan los programadores culturales. La singularidad, la creación de redes y de equipos de confianza, la estimulación de la creatividad local y la ilusión son algunas de las características que ha señalado como imprescindibles en un buen programador cultural.