El grupo parlamentario socialista en las Cortes de Aragón ha registrado una proposición no de ley que insta al Gobierno de la Comunidad a participar en la protección y mantenimiento del yacimiento paleontológico ubicado en Bueña que muestra fósiles únicos del Megaloplanites Ibéricus, un crustáceo gigante prehistórico, ante el riesgo de erosión o derrumbe.

Los socialistas, a iniciativa del Ayuntamiento de la localidad, pretenden que el Ejecutivo autonómico se comprometa a realizar un estudio de consolidación de este punto, considerado único en el mundo por su variedad y reconocido como un punto de interés arqueológico internacional. Fue declarado Lugar de Interés Arqueológico en 2012 y Bien de Interés Cultural en 2021.

El diputado por la provincia de Teruel en las Cortes de Aragón, Ángel Peralta, ha visitado el yacimiento junto al alcalde Sergio Ibáñez, el concejal Ignacio Garcés y la diputada provincial Sonia Palacio, para interesarse por el estado actual de un yacimiento que supone un magnífico testimonio del tiempo en el que las tierras del Jiloca estaban sumergidas bajo el agua.

Peralta, que será el encargado de defender la iniciativa ante la directora general de Patrimonio en la comisión Institucional y de Desarrollo Estatutario de este martes, ha advertido sobre la necesidad de actuar lo antes posible en el yacimiento, puesto que está amenazado por los elementos. “Solicitamos que el Gobierno de Aragón se involucre en el mantenimiento de este yacimiento, ya que Bueña tiene los recursos limitados”, ha dicho.

“Queremos que la dirección general de Patrimonio Cultural se ponga a trabajar con el Ayuntamiento para que no se pierda esta joya, objeto de estudio de especialistas en biología, arqueología y paleontología”, ha añadido Ángel Peralta.

Por su parte, el alcalde ha apuntado que fue el paleontólogo Luis Alcalá, cuando aún era el director de la Fundación Dinópolis, quien advirtió que el yacimiento tenía peligro de derrumbarse. “Ya que estaba en unas capas de margas con arenisca que son muy débiles al agua y a la tempestad, así como a los procesos erosivos naturales”, ha dicho señalando que, a raíz de aquello, el Ayuntamiento y la Comarca del Jiloca encargaron un estudio para saber qué se podía hacer para protegerlo.

“La empresa nos entregó el estudio en el mes de octubre de 2023 y nos confirmó que se cae. Que puede tardar 5 o 10 años, pero se cae. Porque las capas de marga con arenisca se disuelven con el agua… Entonces el Ayuntamiento de Bueña, con un presupuesto de 60.000 euros, no podemos hacernos cargo para protegerlo. Por eso pedimos ayuda al Gobierno de Aragón para que lo haga”, ha dicho.

De hecho, fue a raíz de este descubrimiento cuando se acuñó el término “megaplanolites” por la diferencia entre el tamaño de esta especie y las demás del género planolites. Las huellas fosilizadas o icnitas, dejadas por un crustáceo gigante que se desplazaría reptando por el lecho de un mar de aguas someras y cálidas, tienen un diámetro de 20 centímetros y su máxima longitud es de 10 metros.

Las huellas se encuentran en un estrato de calizas depositadas durante el Jurásico, que forman una sucesión con otras rocas (margas, areniscas y otras calizas). Estos estratos en los que se formaron las icnitas, fueron plegados a finales del Cretácico hasta adquirir su actual disposición vertical. La erosión posterior los desenterró y los dejó al descubierto.

Por la calidad de los restos hallados se considera único entre los yacimientos europeos de este tipo y de gran importancia dentro del patrimonio geológico español, calificado como Punto de Interés internacional.